lunes, 30 de marzo de 2015

Eligiendo libros para los chicos o Guía breve para madres perdidas en la librería

A veces, con la mejor intención, entramos a la librería para elegir un cuento para hijos propios o ajenos. Y se vuelve un desafío, ante la inmensa oferta, elegir un libro de calidad.

El tiempo, la experiencia y sobre todo el interés, me han ido dando algunas armas para hacer una buena elección, más o menos rápido y con tres niños revoloteando, con alto riesgo de disgustar al librero por desordenar la estantería o abrir demasiado algún libro oxidado.

Entonces tengo en cuenta:
-La editorial: en nuestro país tenemos la fortuna de tener muchísimas editoriales de LIJ, muy buenas.
-El autor e ilustrador: hay escritores e ilustradores que por su estilo y trayectoria nos prometen una buena historia casi siempre. Vale confiar en eso.
-Saber QUE estoy buscando: emocionar, enseñar, distraer, atrapar...no sé...hay libros para todo eso y mucho más...
-Conocer al lector: edad, sexo, preferencias...

Y después (y esto es muy personal) 2 cosas más:
-Mirar despojado. Comprobar si el libro nos inspira. Las ilustraciones, sus colores, la tipografía, el olor, la textura del papel, la tapa y contratapa. Pero no para comprar espejitos de colores sino para dejarnos encantar por el libro. Si, como no soy especialista, ni he leído tanto, para elegir libros para mis hijos o para regalar lo que hago es catarlos, como quien degusta un plato nunca probado.
-Leo las puntas: Principio y final. Asi sé si al comenzar a leerlo el pequeño lector tendrá ganas de seguir... Y si su final será abierto, feliz o trágico. (A mis niños les gustan los finales felices o abiertos, pero trágicos, ¡¡jamás!! Y a mi me gusta respetar eso.)


domingo, 22 de marzo de 2015

La Palabra es Encuentro

Este fin de semana largo comenzó la segunda edición del Encuentro de la Palabra y allí estuvimos -desde el primer día-, disfrutando de las propuestas que este espacio tiene para ofrecer a las familias y -en especial- a los más chicos.

Siempre es lindo volver a Tecnópolis. Y en esta ocasión, a este encuentro donde la palabra es la protagonista: escribimos palabras, jugamos con ellas, leímos, las escuchamos (en cuento, susurradas, recitadas y cantadas), nos reímos y disfrutamos del intercambio.

Hasta el 5 de abril, estará abierto de 14 a 21, con una agenda cargada de eventos. La entrada es libre y gratuita ¡No te lo pierdas!

martes, 17 de marzo de 2015

Para niños con mascota (o que la anhelan)

SHUA, Ana María. Animal rarísimo, Bs. As., Sudamericana, 2010
Ilustraciones: Alberto Pez
Hoy les traigo una historia sencilla y muy tierna, escrita por Ana María Shua. La leímos “de un tirón” el fin de semana pasado con los chicos.

“Animal Rarísimo” es la historia de dos hermanos, Gaspar y Martín Martorell. Ambos anhelan una mascota, pero es el menor (Gaspar) quien lo expresa abiertamente. Hay un detalle: sus padres no quieren mascotas en el departamento. Hasta que a la casa llega un gatito callejero...

Compré este libro pensando especialmente en mis hijos: al instante que lo abrí, supe que les iba a encantar. Y así fue.

sábado, 14 de marzo de 2015

La historieta en la iniciación del pequeño lector

CHANTI, Mayor y Menor 4, Bs.As., Sudamericana, 2013
Tenía la misma edad que mi hija, cuando comencé a leer historietas. Verla hoy recostada en el sillón leyendo sus tiras favoritas, me transporta inmediatamente a mi infancia. 

De tanto en tanto, se la escucha largar algunas carcajadas. Y esas risas en cadena, contagiosas, también me recuerdan a mis primeras experiencias con la lectura (entonces, mi tira favorita era Mafalda, del genial Quino).

Y es que la historieta es dueña de un formato único. En ella, texto e ilustración se complementan en igualdad de condiciones. Es el dibujo el que dice, habla, expresa (y completa) el sentido. La tangibilidad de sus personajes y la construcción de su mundo hacen a este género especialmente atractivo para los más chicos.

lunes, 2 de marzo de 2015

Como leer y leer, sin gastar y gastar


Los libros están caros, como todo lo demás en este país. Pero eso no nos va a dejar sin historias fantásticas para nuestros pichones.

Así que hay que poner en marcha nuestra creatividad para conseguir libros, sin que se resienta nuestra economía familiar.

A nosotros en casa se nos ocurrieron las siguientes ideas para conseguir libros (algunas son obvias, pero las incluyo porque me encanta hacer listas)